Anemómetro conectado: consulta en directo el viento en tus terrenos

El anemómetro conectado de Weenat dispone de una rueda de cazoletas y una veleta con las que mide el viento en tiempo real, por lo que se trata de un anemómetro mecánico.

Detecta la fuerza y la dirección del viento y traduce la información en forma de promedio de los últimos 15 minutos.

A diferencia de la temperatura o de otras mediciones meteorológicas que varían progresivamente, el viento es caprichoso, a veces con una gran variación entre dos borrascas. Para tener en cuenta estos fenómenos, también detecta las rachas de viento.

Si quieres vigilar otros parámetros agrometeorológicos en tus terrenos, el anemómetro puede conectarse con otros sensores de Weenat, como el pluviómetro, el tensiómetro conectado, la sonda capacitiva, el sensor de heladas y el sensor de humectación foliar.

Para conocer el precio de venta del anemómetro conectado de Weenat, pide presupuesto en línea.

El anemómetro conectado ha sido diseñado para proporcionar una gran precisión al medir el viento en el día a día:

• El anemómetro cubre un gran rango de medición, desde una brisa ligera hasta un auténtico huracán, y puede registrar las variaciones del viento entre 2 km/h y 257 km/h, es decir, una capacidad muy superior a los 210 km/h registrados el 28 de diciembre de 1999 en España durante la tormenta Martin.
• Las cazoletas miden la velocidad del viento a una altura de 87 cm con una precisión de 3 km/h, por lo que podrás adaptar tus operaciones con precisión.
• Con la veleta móvil de 360° se puede determinar la dirección del viento con una precisión de 1°.

Météo France o Aemet mide el viento a una altura de 10 m del suelo, mientras que el anemómetro conectado de Weenat lo hace a una altura de 87 cm del suelo. La velocidad del viento a 10 m de altura es muy superior a la registrada a 1 m, ya que hay menos obstáculos, turbulencias, etc. Hemos elegido medir el viento a menor altura para acercarnos lo máximo posible a los cultivos.

No obstante, existe una manera simple de evaluar la velocidad del viento a 10 m de altura a partir de una medición realizada a 1 m, que consiste en aplicar un coeficiente de 5/3.

Por ejemplo, si tu anemómetro indica un viento medio de 9 km/h a 1 m de altura, el viento a 10 m de altura será de 15 km/h (9 x 5/3).

Por supuesto, este método es una simplificación de un modelo que puede ser complejo. Hay muchos elementos que influyen en la medición del viento: la presencia de obstáculos (edificios, árboles, setos, etc., aunque estén muy lejos), la rugosidad del suelo, las turbulencias locales, etc.

Como todos los sensores de Weenat, el anemómetro se entrega listo para ser instalado junto con una guía. También puedes encontrar consejos y tutoriales en el Centro de Ayuda.

Para instalar el anemómetro, sigue estos sencillos pasos:

• Monta primero las cazoletas y, después, la veleta. A continuación, presiona sobre el conjunto hasta que oigas un clic.
• Realiza un agujero de la profundidad de hundimiento recomendada con una ahoyadora de 3 cm de diámetro. El uso de la ahoyadora suele resultar más fácil si el suelo está humedo (después de unas lluvias o de regar).
• Hunde el anemómetro hasta la marca de manera vertical y sin forzarlo, sosteniéndolo por el pie.
• Sella el agujero con tierra para garantizar la estabilidad del sensor.
• No olvides anotar el número de serie indicado en el dorso de la carcasa para conectar el anemómetro a la aplicación.

¡Y ya está!

Ten cuidado al elegir el lugar de instalación del anemómetro conectado.

• Intenta colocarlo en un terreno llano y descubierto.
• Evita los lugares cercanos a muros, edificios, árboles o cualquier otro obstáculo que pueda resguardar el anemómetro e interferir en las mediciones.
• Lo ideal es colocarlo a una distancia superior a diez veces la altura del obstáculo.

Las hojas, la tierra y los insectos son solo algunos de los elementos que pueden alterar la calidad de medición del anemómetro. Además de bloquear la veleta, también podrían entorpecer las cazoletas y alterar la calidad de las mediciones.

Por ello, se recomienda comprobar el estado del aparato al menos una vez al mes. Basta con una serie de sencillos pasos:

• Comprobar que la antena esté correctamente colocada: en vertical y atornillada hasta que quede bloqueada.
• Comprobar la integridad de la carcasa: debe estar intacta y cerrada.
• Comprobar que el sensor esté bien colocado en el suelo, a la profundidad deseada, mirando las marcas de referencia del pie.
• Examinar la veleta para garantizar que pueda girar 360° sin problemas.
• Si fuera necesario, se recomienda limpiar cuidadosamente las cazoletas con un trapo húmedo.
• Comprobar que el sensor esté orientado correctamente con la marca hacia el norte.

Se ha optimizado el tamaño de las cazoletas del anemómetro para mejorar su exposición al viento y para que proporcione medidas más precisas. Con este dispositivo, el sensor es capaz de detectar el viento incluso a baja velocidad.