Una sonda tensiométrica para regar tus cultivos cuando lo necesiten de verdad

El tensiómetro conectado de Weenat dispone de una sonda tensiométrica Watermark y un termómetro de suelo para consultar en tiempo real la variación del suelo de tu terreno.

Si quieres vigilar otros parámetros agrometeorológicos en tus terrenos, las sondas tensiométricas pueden conectarse con otros sensores de Weenat, como el pluviómetro, el anemómetro, la sonda capacitiva, el sensor de heladas y el sensor de humectación foliar.

El kit tensiométrico de Weenat se compone de 3 tensiómetros conectados de 15 cm a 30 cm y de 3 tensiómetros conectados de 30 cm a 60 cm. Para conocer el precio de venta del kit tensiométrico, pide presupuesto en línea.

Podrás consultar todos los datos recopilados por tu kit de tensiómetros desde la aplicación de Weenat con la suscripción a Weenat Expert.

Podrás consultar todos los datos recopilados (en tiempo real y el historial) por tu kit de tensiómetros desde la aplicación de Weenat con la suscripción a Weenat Expert.

La solución conectada de Weenat simplifica las tareas de riego al automatizar la medición de la tensión hídrica del suelo mediante sensores conectados. Agrupamos los datos medidos y creamos alertas y herramientas de asistencia a la toma de decisiones en una aplicación web y móvil.

Para comparar el coste de utilización de las sondas conectadas de Weenat con el de las sondas de cable, habría que contar el tiempo que nos lleva desplazarnos cada día hasta el terreno, realizar las mediciones, interpretarlas y multiplicarlo por el número de días que lo hagamos. El resultado es mucho dinero, poca comodidad y una pérdida de reactividad.

La fiabilidad de medición de las sondas tensiométricas depende más de la calidad de la instalación y de elegir bien el lugar en que se coloquen que del propio sensor. Es muy poco habitual que dos tensiómetros den exactamente la misma medida, sobre todo si el suelo está seco.

Sin embargo, no es la precisión del sensor lo que va a impactar en la calidad del control del riego. Lo que importa es más la evolución de la tensión con respecto a niveles de referencia seco y húmedo que una medición determinada.

Un tensiómetro es una herramienta que mide el potencial hídrico matricial del suelo.

Al contrario que la humedad en volumen (porcentaje de agua en el suelo) medida con un sensor capacitivo, el potencial hídrico matricial traduce la fuerza con la que el suelo retiene el agua y, por lo tanto, la fuerza que hay que aplicar a un volumen de agua para extraerle una cierta cantidad de agua libre. Normalmente se expresa en unidades de presión (kilopascales -kPa-, centibares -cbar- o en carga hidráulica) y coloquialmente se denomina succión.

Hoy en día, las sondas tensiométricas que se utilizan en agricultura son eléctricas. Los antiguos tensiómetros estaban compuestos por un manómetro para realizar mediciones directamente en el campo, pero actualmente apenas se utilizan por su dificultad de instalación, porque son más sensibles y porque requieren desplazarse al terreno para realizar las mediciones. A pesar de ello, el principio de funcionamiento de las sondas tensiométricas actuales sigue siendo el mismo.

Las sondas tensiométricas se componen de una bujía porosa permeable al agua que va saturándose de agua hasta alcanzar un equilibrio de presión entre el suelo y la sonda. La cantidad de agua absorbida por el tensiómetro representa la medida de la tensión (o succión). En el caso de la sonda Watermark (utilizada en los tensiómetros de Weenat), dos electrodos miden la resistencia que traduce esa cantidad de agua.

Es fundamental instalar correctamente el tensiómetro para conseguir medidas precisas. El objetivo de la instalación es conseguir un buen contacto entre el suelo y la sonda, e intentar que se mantenga durante la temporada (por ejemplo, cuidado con los suelos arcillosos: si se secan, la sonda puede despegarse del suelo).

Hay diferentes reglas con las que guiarse para elegir la zona de instalación de los tensiómetros, pero no hay ninguna respuesta perfecta. El lugar de instalación debe elegirse en función del tipo de suelo, del cultivo y del modo de riego.

Un tipo de suelo homogéneo

Los sensores deben instalarse en un suelo homogéneo. La activación del riego o una modificación en la cadencia de los riegos se justifica principalmente por una modificación de la evolución de la tensión (la disponibilidad hídrica disminuye menos rápidamente de lo que se había previsto, por ejemplo). Sin embargo, la evolución de la tensión depende directamente del tipo de suelo y de su estructura. Para poder tomar una decisión y no distorsionar la mediana, los diferentes puntos de medición deben repartirse en un mismo tipo de suelo para poder compararlos y determinar una estrategia de riego.

Esta zona de suelo homogéneo puede no ser más que una pequeña parte del terreno y no necesariamente la zona más representativa del terreno. Puede tratarse de la zona que más se seque, por ejemplo.

Una vegetación representativa

Las sondas tensiométricas deben instalarse en una zona en que el cultivo sea homogéneo y representativo del terreno: especie, estado de la vegetación, etapa de cultivo, densidad, estado sanitario, etc. En el momento de la instalación, hay que tener cuidado de no alterar el cultivo, lo que podría afectar a la representatividad de la zona medida.

Zona de riego representativa

La zona medida debe ser representativa del resto de los terrenos regados, aunque se pueden aplicar varias estrategias:

• En el caso del método IRRINOV®, hay que instalar la sonda tensiométrica en el terreno que se riegue en primer lugar.
• En cualquier caso, hay que elegir una zona de riego media, es decir, una zona con precipitaciones medias en la explotación o la zona que vaya a recibir la dosis media proporcionada por la instalación.

Distribución de los tensiómetros

Es preferible equipar un único terreno que se considere representativo y extrapolar los resultados al resto, basándose en el conocimiento que se disponga de la explotación.

Es importante multiplicar los puntos de medición para tener una buena representatividad de la disponibilidad hídrica en las zonas medidas. El riego puede controlarse adecuadamente con seis puntos de medición, repartidos en seis, tres o dos lugares (en función del modo de riego).

En caso de riego por aspersión, es interesante tener medidas a dos profundidades diferentes como mínimo. Las sondas tensiométricas pueden repartirse en tres lugares de medición a dos profundidades diferentes o dos lugares de medición a tres profundidades diferentes.

Con riego localizado no es necesario medir a dos profundidades diferentes.  Se debe disponer de al menos tres lugares de medición, ya que con uno o dos es imposible elegir una medida en caso de divergencia.

La profundidad a la que conviene instalar las sondas tensiométricas depende del cultivo, pero también de la profundidad del suelo y del tipo de riego. Puede ser necesario medir varios horizontes.

Instalar tensiómetros cuando se riega por goteo

En caso de riego por goteo, no es necesario medir diferentes horizontes, de modo que se pueden instalar los tensiómetros a una única profundidad. El objetivo es medir la tensión en la periferia de la zona de influencia del gotero (también llamada «de bulbo húmedo») dentro del sistema de raíces y asegurarse de que esa tensión es más o menos estable durante la temporada. En función del tipo de suelo, puede ser importante instalar un tensiómetro agrícola a mayor profundidad para garantizar que el agua se distribuye correctamente.

Instalar tensiómetros cuando se riega por aspersión

En caso de riego por aspersión, el objetivo es asegurarse de que la dosis aplicada hidrate el suelo lo suficiente para la frecuencia de riego y se utilice correctamente, por lo que es necesario realizar mediciones a diferentes profundidades.

Los tensiómetros de Weenat están disponibles en dos tamaños: 15-30 cm y 30-60 cm. Estas dimensiones permiten que se puedan instalar a la vez en las raíces, a profundidades de entre 15 cm y 30 cm, y a mayores profundidades para vigilar la evolución de la disponibilidad hídrica en los horizontes siguientes hasta los 60 cm.

Para garantizar la precisión de la sonda tensiométrica a largo plazo, basta con seguir unos simples pasos de mantenimiento:

• Comprobar que la antena esté correctamente colocada: en vertical y atornillada hasta que quede bloqueada.
• Comprobar la integridad de la carcasa: debe estar intacta y cerrada.
• Comprobar que el sensor esté bien hundido en el suelo (mirando las marcas de referencia del pie). Las grietas en el suelo presentes alrededor de la sonda tensiométrica pueden generar errores de medición. En esos casos, hay que retirarla del suelo y volver a instalarla en un lugar cercano.

La vida útil de los sensores también puede alargarse si se guardan al terminar la temporada de riegos.

• Saca los tensiómetros de la tierra con precaución si el suelo esta húmedo (justo después del último riego de la temporada o después de un riego intensivo alrededor del sensor).
• Retira la tierra presente en las sondas de temperatura del suelo y de presión con una esponja o un trapo húmedo.
• Por último, sumerge en agua la sonda y retírale los residuos de tierra con una esponja, sin utilizar la parte abrasiva.
• Es posible que se haya acumulado agua dentro del pie del sensor. En ese caso, vacíala antes de guardarlo.
• Guarda los sensores en posición horizontal y en un lugar seco y resguardado de las heladas y el polvo.